La URSS post Stalin: nueva gestión económica (1967-1986) y disolución de la URSS



A comienzos de 1964, el líder soviético, Jruschov, había perdido la confianza del pueblo y fue retirado de su cargo y sustituido por Leonid Brézhnev. Éste paralizó la experiencia reformista del periodo anterior, lo que se materializó en una victoria del aparato del Estado y del Partido sobre los defensores de las reformas. Esta nueva etapa supuso la vuelta a la centralización política y la uniformidad. Los organismos dirigentes del Partido se consolidaron como el único círculo de decisión que se imponía en la Administración y en el conjunto de la sociedad. También se reforzó el culto a la personalidad.

Además de Leonid Bréznev, quien ostentaba el cargo de primer secretario, Alekséi Kosyguin, fue Presidente del Consejo de Ministros. Ambos dirigentes fueron los dos actores más poderosos dentro de la jerarquía soviética en este periodo. Ansiosos por evitar los previos fracasos de Nikita Jruschov, Brézhnev y Kosyguin, quienes representaban a una nueva generación de profesionales tecnócratas posteriores a la revolución bolchevique, prefirieron conducir los asuntos partidarios y estatales de una manera más discreta y cauta.
Hacia mediados de la década de los sesenta, la Unión Soviética era una sociedad industrial compleja, distribuida a lo largo y ancho de un gigantesco espacio geográfico, y con una cada vez más intrincada división del trabajo. Su participación en el comercio internacional seguía siendo ridículamente pequeña en comparación con sus rivales occidentales y con el por entonces ascendiente Japón de post-guerra.


Fuente: Brézhnev y Kosyguin junto a Salvador Allende


Las grandes decisiones económicas se seguían a partir de los planes quinquenales de planificación centralizada, bosquejados y elaborados por el Gosplán. 

En 1966 se pone en marcha el que será llamado VIII plan quinquenal y desarrollado entre 1966 y 1970. El plan tenía por objetivos el incremento de entre un 38% y un 41% de la renta nacional y un crecimiento per cápita del 30%. En este plan, al igual que en el plan septenal, se empezaba a tener cada vez más en consideración el progreso de la industria de bienes de consumo en detrimento de la industria pesada, con el objetivo de aumentar el nivel de vida de la población en general, prestando especial atención a reducir las diferencias entre el mundo urbano y el rural. Otro objetivo consistía en un amplio crecimiento de la productividad laboral mediante la racionalización del trabajo, la elevación del nivel técnico y cultural de la población, una mejor organización económica a nivel regional y un uso más eficiente de los bienes de capital. Para una mejor planificación se fomentó el uso de computadoras electrónicas en sectores como el transporte, el comercio o la investigación científica, sector muy favorecido en este plan. El ritmo de crecimiento agrícola debía de ser un 25% superior en relación al aumento registrado en el periodo 1960-1965 y la producción industrial crecer en un 50%. El nuevo líder soviético Leonid Brézhnev fue responsable durante este plan de una nueva centralización económica con la abolición de los consejos regionales económicos creados durante el mandato de Jruschov,​ aunque a pesar de ello se favoreció la independencia de las empresas estatales.


Al finalizar el octavo plan quinquenal en 1970, la Unión Soviética se había convertido en la mayor potencia industrial del mundo, produciendo más acero, hierro, cemento y tractores que cualquier otro país.​ Entre 1960 y 1970 la industria y minería soviéticas se habían expandido en un 138%, mientras que la agricultura sólo había conseguido avanzar a un ritmo del 3% anual.​ De esta manera entre 1965 y 1970 la producción soviética de gas natural se incrementó en un 74%, la de acero en un 36%, la fabricación de automóviles se duplicó, así como la producción de tractores que se incrementó en un 69%. Las fuertes inversiones en la industria ligera estimularon la fabricación de bienes de consumo, incrementos en algunos casos por encima de la industria pesada. Así, la producción de televisores se duplicó, alcanzando las 7,5 millones de unidades anuales, la fabricación de radios creció en un 44% y otros bienes hogareños como las neveras triplicaron su producción hasta las 5 millones de unidades. En contraste, los productos provenientes de la agricultura tuvieron alzas mucho más moderadas durante la década: incremento del 39% en producción láctea y un 23% para la de carne.

El comienzo de la década de 1970, coincidente con el fin del VIII plan quinquenal supuso el mayor momento de esplendor económico a nivel internacional de la Unión Soviética. En 1970 el PIB soviético se situaba en torno al 60% del PIB estadounidense.​ La CIA, que consiguió monitorizar la economía soviética entre 1970 y 1990, lo situaba en torno a un 57%.​ En 1973 la renta per cápita soviética se situó en un 50% de la de Europa occidental y en un tercio de la estadounidense. Todos estos grandes logros soviéticos que iban acercando a la Unión cada vez más con Occidente terminaron súbitamente en 1973, coincidiendo con la Crisis del petróleo en Europa y EE.UU y el fin de la llamada Edad de oro del capitalismo. El año​ 1973 es considerado por muchos analistas como el inicio de la era de estancamiento.

Fuente: Constitución de la Unión Soviética de 1977


A principios de la década de 1970, con el comienzo del noveno plan quinquenal, a pesar de los buenos resultados económicos, la economía soviética mostraba síntomas de desaceleración y debilitamiento. La anquilosante burocracia económica y el creciente costo derivado de la carrera armamentística contra los Estados Unidos eran unos de los factores que estaban afectando a la economía soviética. Además, este estancamiento se estaba produciendo porque con el paso de los años, la economía soviética se había vuelto cada vez más compleja, debido a que la gestión seguía centralizada y no paraba de incrementarse el número de ministerios de planificación como consecuencia de que se necesitaba una mayor comunicación entre éstos y las empresas o conglomerados industriales. El intentar sincronizar a todos derivó en un estancamiento de la economía, ya que ésta no era capaz de responder y adaptarse a los cambios que se producían, adoptar tecnologías ahorradoras de costos de producción, proveer incentivos suficientes para generar mayor crecimiento e incrementar la productividad y la eficiencia.

Además de todo lo anterior, a principios de esta década, se estaba dando una situación no vista anteriormente: la producción de bienes de consumo era superior a la de bienes industriales de capital. Aun así las mayores inversiones estatales seguían destinadas a los bienes industriales. Esta nueva política basada en la fabricación masiva de productos de consumo destinados a aumentar el nivel de vida de la población soviética, no fue bien recibida por los funcionarios soviéticos, sobre todo por los más veteranos.

A pesar de todo, los primeros años de estancamiento no fueron tan negativos para la población en general. La apuesta de Brehvnev por mejorar el nivel de vida de la población pareció dar sus frutos, el nivel de vida y la calidad de la vivienda en la Unión Soviética aumentaron considerablemente, además de otros beneficios sociales.​ Sin embargo, la desaceleración de la economía acabó afectando a la población. Los servicios públicos, la sanidad y otras instituciones se fueron deteriorando. Por primera vez las enfermedades aumentaron, la nutrición y el consumo de alimentos comenzó a disminuir, dándose casos de racionamiento,​ e incluso algunas miles de personas se quedaron sin acceso a una vivienda. Mientras la economía caía en el estancamiento, la sociedad se volvió cada vez más estática.​ Los trabajadores cualificados, que tenían salarios bien remunerados, se aferraban a sus puestos de trabajo y con el deterioro de la economía, los trabajadores menos cualificados no tenían posibilidad de acceso (al contrario que años atrás, cuando ascender socialmente era relativamente fácil), lo que disparó los casos de indisciplina y pereza.


Ante este panorama desolador, a finales de la década de los setenta, el gobierno puso en marcha varias reformas y promulgó numerosos decretos, sin éxito.​ Tras el undécimo plan quinquenal, finalizado en 1985, se llegó a una situación crítica: en 5 años de plan, el crecimiento económico sólo había sido de un 4-5%. En un país con tasas prácticamente planas de crecimiento económico, descenso de producción en algunos sectores agrícolas e industriales, material anticuado y un serio retraso tecnológico se antojaba necesario un cambio de rumbo

Fuente:
Gorbachov junto a Ronald Reagan durante la Cumbre de Ginebra, en Suiza, el 19 de noviembre de 1985.

La llegada de Mijaíl Gorbachov a la secretaría general del PCUS en 1985 significó el mayor cambió de las instituciones soviéticas en décadas.​ En su primer mes de mandato, Gorbachov propuso un amplio programa de medidas basadas en una liberalización general de la economía, adecuándola al sistema capitalista y condenando los programas de planificación, denominada perestroika. A la vez que se acometían reformas económicas se produjo una política de democratización  de la sociedad denominada glásnost , permitiéndose la formación de nuevos partidos políticos y rebajando la censura a la prensa y opositores. Paralelo a este proceso liberalizador, se redujeron notablemente los presupuestos militares, medida destinada a poner fin a la Guerra fría.

En 1988, la Unión Soviética abandonó sus nueve años de guerra en Afganistán y comenzó a retirar sus tropas. En la década de 1980, retiró el apoyo militar a los antiguos Estados satélites de la Unión Soviética, lo que resultó en la caída de varios Gobiernos comunistas. Con el derribo del Muro de Berlín y con Alemania Oriental y Occidental persiguiendo la unificación, el telón de hierro se vino abajo.

A finales de los años 1980, las repúblicas que componían la Unión Soviética incorporaron legalmente movimientos hacia la declaración de soberanía sobre sus territorios, citando el Artículo 72 de la Constitución de la URSS, que indicaba que cualquier república integrante de la Unión Soviética era libre de separarse.​ El 7 de abril de 1990 fue aprobada una ley en virtud de la cual una república podía salirse de la unión si más de dos terceras partes de los residentes de la misma votaban a favor de ello en un referéndum. A lo largo de 1991, las repúblicas constituyentes fueron lentamente independizándose de facto, por lo que el 17 de marzo de 1991 se celebró un referéndum que buscaba preservar la Unión Soviética, en el que la mayoría de la población votó por su conservación en nueve de las quince repúblicas soviéticas. En el verano de ese mismo año,  Gorbachov diseñó un Nuevo Tratado de la Unión, en un intento de llegar a acuerdos que convirtieran a la Unión Soviética en una federación mucho más laxa y de disminuir el centralismo político. En este nuevo tratado, ya no se hacía mención de la URSS y no se utilizaba la palabra socialista. Los líderes conservadores del partido lo interpretaron como la base de la disolución de la Unión Soviética y por esa razón decidieron enfrentarse a Gorbachov y reafirmar el control central del Gobierno sobre las repúblicas de la URSS.
El tratado se firmaría el 20 de agosto, pero la firma fue interrumpida por el intento de golpe de Estado de agosto de 1991 contra Gorbachov, por parte de los conservadores en un intento de preservar el sistema soviético. Los conservadores habían creado un Comité de Estado de Emergencia, movilizando tropas soviéticas para proteger las instituciones del Estado, pero desistieron cuando se produjo la muerte accidental de tres jóvenes que cayeron bajo los tanques. El 8 de diciembre de 1991, se declaró oficialmente la disolución de la Unión Soviética y el establecimiento de la Comunidad de Estados Independientes  en su lugar. 










Comentarios

  1. Este es un post muy sugestivo, puesto que da pie al debate de qué influencia tuvo cada uno de los dos factores que explican 'por qué acabó la URSS'; el declive económico o la decisión política de cambiar el sistema.

    Como se ve claramente en tu post, fue una clara decisión política, aunque quizás muy motivada por la situación de declive económico que le precedió. Nunca lo sabremos...

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  2. Qué trabajada y elaborada entrada. Ofreciendo datos concisos y precisos sobre los distintos sectores económicos.
    Toda esta serie de cambios y liberalizaciones tras la muerte de Stalin, supusieron el punto y final de la URSS. Excelente labor, Cristóbal.

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  3. Época muy densa de una nación que prácticamente agonizaba desde mediados de los años 50. Muy bien explicado, muy claro todo para lo complejo del asunto. Enhorabuena, Cristóbal.

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